Detrás de la Puerta sin Llave

"Todo solamente una vez acontece... y una vez sí deberá suceder... Lejos, allí donde el campo florece, debo morir y desaparecer" (Michael Ende)

lunes, 22 de noviembre de 2010

No, I'm not scared...

Siguió sentada...

'Adelante... siempre adelante...'

No logró jamás cansarse de la frase...
Sintió gritarla...

Y sin embargo, siguió sin moverse.
La princesa más pequeña...
Apenas creía recordar su nombre...
Apenas quedaba un caballero con dotes de hechicero que la miraba como princesa y le hablaba a pesar del silencio y la abrazaba a pesar del mármol del que parecía hecha...

Había estado sentada a la puerta del castillo durante tanto tiempo, que era imposible distinguir si aún había algún latido debajo de la nieve y la arena o si no era más que el cuerpo putrefacto de un monstruo con aires de realeza...

Esperaba pertenecer a tu cuento y se sentó a esperar frente a tu puerta...
Te escuchaba roncar en la torre...

Apenas derramó una lágrima que se congeló en plena caída...
Los labios se le resecaron...
Los ojos se le cristalizaron...
Las manos se le cuartearon...
Y el cabello se le cayó...

El vestido de seda, tu obsequio por las fiestas, se le incrustó en la piel, le desgarró el alma... Lo había arruinado con la sangre que se endurecía tan pronto abandonaba sus venas.

Apenas tenía corazón... Y deseaba que hubiera sido lo primero en ceder...

Ya no pensaba...
Ya no se movía...
Y prácticamente nadie notaba que todavía sentía...
Que debajo del traje de hielo y el disfraz de monstruo aún se sentía una princesita...

Y no entendía por qué el hechicero aún intentaba salvarla...
Por qué el caballero aún intentaba salvarla...

Ya no era más que un monstruo...
No más que un trozo de mármol herido y pútrido sin esperanza ni destino...

Sin un lugar al cual llegar por las noches...
Sin un lugar en el cual despertar cada mañana...
Sin besos de despedida...
Sin flores en la puerta...
Sin obsequios de navidad...
Sin abrazos de fin de año...
Sin caricias nocturnas y sin desayuno por la mañana...

No era más que una niña...
Demasiado pequeña para entender...
Aún más para aprender...

Ahora no es más que un monstruo...

Dicen que lleva ya mil años en el mismo sitio...
Tú sigues roncando en su torre de marfil...
El caballero aún la cuida y busca la poción que le devuelva el espíritu que tu puño le arrebató...

Y ella sigue sentada...
Con el rostro hacia la calle y la mirada perdida en el infinito...

Esperando que el caballero le grite que aún existe o se canse y por fin, le arranque los ojos para que sólo mire... Nada...

Porque quizá, como toda princesa... Aún se siente un poco inmortal...


Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

1 comentario:

  1. Mi princesa...

    Mi princesa inmortal, me dejas sin palabras. Eres hermosa, tus letras son hermosas.

    Te amo.

    ResponderEliminar

Sing for me...

Who can name the face?

Who can name the face?
Sólo pretendía ser amada... Quizá comprendió demasiado tarde la paradoja de que con aquella máscara sólo impedía lo que tanto anhelaba...