Detrás de la Puerta sin Llave

"Todo solamente una vez acontece... y una vez sí deberá suceder... Lejos, allí donde el campo florece, debo morir y desaparecer" (Michael Ende)

domingo, 18 de abril de 2010

Bailando para el enemigo... ¿o no?


Eras tan pequeña... ¿Por qué no?

-No quiero pensar... recordar... no quiero...

Ya empecé a hablar... Lo siento.

"Endereza la espalda...
Mete la panza...
Acomoda el pasador que sale de la red en tu cabello...
Camina derecha...
¡Perfecta!

Niñas... Improvisación... ¡Mímica!"

Como siempre... tomaste un almohadón para ti... era rosa y recostada sobre él parecías un gran y raquítico algodón de azucar. Justo ese día el hermoso recogido que te había hecho la abuela lucía un esmero especial, tenías sólo 5 años y le insististe que fuera más bello que nunca... Lo logró, incluso tus amigas te habían preguntado si las podría peinar igual algún día... Dijiste que no... Ja Ja Ja... Pequeña egoísta y presumida...

- ¿Por qué eres cruel?

No lo soy.

- Lo eres...

No. Estabas recostada en posición fetal; apuntaste torpemente los pies y acercaste tu frente a las rodillas; en una mano sostenías una flor que tomaste antes discretamente del florero de la dirección, con la otra cubrías tu rostro... Sólo faltaba un último detalle... Cerrar los ojos...

Dance for me!...

Un tintineo suave que hizo callar todo murmullo te indicó que cada mirada estaba posada en ti, esperando que movieras aunque fuese un dedo... de repente un pequeño golpecito de la música que resonó en las cuatro paredes de espejos que te rodeaban te indicó que era buen momento para abrir los ojos... lo intentaste... y no pudiste... no moviste un sólo músculo... te quedaste ahí... acostada y empezaste a llorar en silencio... Lo recuerdas... Sé que lo recuerdas... Te sentiste tan ridícula entonces... tan pequeña, la primera vez que te sentiste pequeña... ni siquiera haber recibido tus nuevas zapatillas de razo te hizo levantarte y lucirlas... Habías rogado por ese momento durante tanto tiempo...

Sólo ella se dio cuenta y se acercó a secar las gotitas de agua que resbalaban por tus mejillas, besó tu frente y dijo que no era necesario si no querías hacerlo... Y aún más ridícula te escuchaste al decir: Quiero hacerlo... Te justificó ante la gente que te juzgaba y las demás niñas que ahora se reían bajito porque no habías podido...

Fue entonces que me encontraste...

- No te encontré...

Tienes razón... Siempre estuve ahí...

- Sólo te vi...

Me habías tenido frente a ti...

- Sólo te escuché...

Estuve alrededor de ti todo ese tiempo...

- Tú me hiciste fijar mi mirada en ti...

Mientras te peinaba la abuela...

- Me hiciste fijar mi mirada en mi...

Mientras ibas por el almohadón rosa...

- No quería que estuvieras...

Mientras te recostabas y lucías como un algodón de azúcar...

- Estabas detrás de ellos, de ellas...

Mientras llorabas...

- Permitiste que se rieran...

No fue mi culpa

- Lo fue...

Yo sólo estaba ahí...

- Me viste llorar... Y no te importó...

¿Qué más podía hacer?

- Nadie me hizo levantarme...

¿Querías que te hiciera levantarte?

- Sí...

Levántate...

-Demasiado tarde...

Me abandonaste... No podía hacer más... Después de que esa tarde ella habló con tus padres y le permitiste quebrar a tan corta edad el sueño, huiste de mi, de ella, de las zapatillas de razo, de los hermosos peinados de la abuela, de las medias rosas y la mascada. Te quedaste sólo con el recuerdo de una fotografía... Ya no podía levantarte...

Pero volviste...

-No debí...

Sabía que lo harías... Y te quedaste...

-Sólo 5 años

No... Levanta el rostro... mírame de nuevo... Aquí estoy... Mírame y dilo otra vez...

-Te veo aún con los ojos cerrados...

No necesito explicarte la razón...

-No

No importa... Mírame... O... ¿estás llorando de nuevo?

- No importa...

Dance for me, my love...

Levántate... Recuerda el miércoles que parecía uno cualquiera... Recuerda el día en que me recordaste mirándote a los 5 años... Tenías 14 entonces y mientras la música te envolvía, mientras sentías que aprendías cada segundo más, mientras marcabas cada golpe de la música perfectamente, sin permitirle a tu cuerpo dudar... Mientras perdiste la noción de ti, del tiempo, de la gravedad, de la física, de la agonía, de las cuentas... Recuerda tu sonrisa repentina... Y cuando te percataste de ella... Recuerda tu sorpresa... Nunca volverías a estar ahí porque necesitabas hacer ejercicio... Estabas ahí porque amabas estar ahí... Amabas la duela bajo tus pies... Amabas la música en cada rincón... Y volviste a llorar. Avergonzada, secaste la lágrima, pero no dejaste de moverte... Y me viste...

- Fue la única vez que te miré directamente...

Nunca volvió a ser necesario... Sin embargo... Hoy te sientas justo a la mitad para que no logre alcanzarte... Regresaste a la posicíón fetal y has dejado de verte como un algodón grande y raquítico... Sin embargo... Aún lloras... Aún lloras demasiado...

- Nunca es suficiente.

No intentes engañarme... Te vuelves a ir... y pretendes no volver jamás... JA... pequeña ridícula... sabes que regresarás... siempre regresarás... Siempre seré tu mejor público, tu mayor admirador... quien te mira llorar y abrazar las piernas... quien sabe que no puedes evitar escuchar una canción y comenzar a pensarla en ochos, con unos saltos por aquí y un movimiento amplio de brazos por ahí... Soy tu mayor admirador...

-Basta... Ya no lo eres... Dejaste de serlo hace tiempo... Deja a un lado tu ego... Te sientes mi admirador, incluso el mejor, simplemente por gritarme a mi alrededor... Por mirarme y creer que ves quien soy... Si regresé, no fue por ti. Ya no eres quien crees que eres...

Lo sé...

-Y ella... Siempre deseé que si tenía que irse, simplemente lo hiciera...

No tiene que irse... La amas... sabes que la amas... Y él lo dijo: Nunca pensé que podrías bailar 'así'... Y yo... Soy más que tu juez, que tu contraparte, que tu antagonista, soy más que quien te mira y te regaña y te grita que eres estúpida... Soy más que tu danza... más que tus secretos... más que tus miedos... Soy más que tu cobardía... Soy más que tu espejo...

-Sólo eres un espejo...

Soy tu mayor admirador... Tu mejor público... No vuelvas a irte... Ya no puedes irte...
-No lo eres... Sólo eres un observador desentendido y ególatra. Sólo disfrutas verte en mis ojos... Es para lo único que te sirvo.

Dance for me, my love...

Levántate... Y baila para mi... Sabes que quieres hacerlo... Aunque... Si no quieres... No tienes que hacerlo...

-Ridículamente, quiero hacerlo... otra vez...

¡Estúpida! Lo sabía...

Baila ahora...


Y bailé para el espejo hasta que paré de llorar y me fui dormir reconfortada como un algodón de azúcar sobre mi almohadón rosa.

1 comentario:

  1. No vuelvas a irte...

    Amo la historia...

    Pero más amo a la bailarina que ha escrito esto sobre la duela que tanto ama sentir bajo sus pies.

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Sing for me...

Who can name the face?

Who can name the face?
Sólo pretendía ser amada... Quizá comprendió demasiado tarde la paradoja de que con aquella máscara sólo impedía lo que tanto anhelaba...