Detrás de la Puerta sin Llave

"Todo solamente una vez acontece... y una vez sí deberá suceder... Lejos, allí donde el campo florece, debo morir y desaparecer" (Michael Ende)

domingo, 21 de febrero de 2010

The Unread Story...


Había sido una tarde extraña. Desde la noche anterior las cosas no habían resultado bien... Tenía tantas dudas, necesitaba distraerme... y no sucedió. Añoraba a mi mejor amigo; sus abrazos, su manera de decir que todo estaría bien, su manera de distraerme y hacerme sonreír; y a mi mejor amiga, su alegría, su sinceridad, su manera de decir: 'ay, mi pequeña! qué haré contigo?'... pero no, esa tarde no estaban... así que decidí que sólo quería dormir y olvidarlo todo. Tampoco pude. Comenzaba a resignarme cuando ella llegó... un tintineo en la pantalla de la lap top... una ventanita que lanzaba blasfemias contra la energía eléctrica y una charla que, horas más tarde seguiría sin concluir.

Hablando de películas, de soledad, enfermedades, discusiones, vendedores de drogas, dependencias, rupturas y cajas de cartón, llegamos al embarazoso tema que había estado evitando; no quería llegar a él, no quería responder, no quería pensar... no en él... hoy no quería pensar en él... con ella fue inevitable... 'tenía q ponerla al tanto de los últimos sucesos'... Quizá porque hablo de más, quizá porque no pienso lo que digo, quizá porque digo lo que no quiero decir; comenzamos un pequeño enfrentamiento que se basaba en la pregunta: 'a qué le tienes miedo?'... y por primera vez en mi vida lo compartí con alguien real... ella leyó con paciencia y supo descifrar aquello que quería decir y no sabía plasmar en palabras sin juzgarme demasiado.

Talvez porque era necesario, cambié el tema y ella lo permitió. Ninguna de las dos sabíamos que iba a resultar el mismo conflicto. Las dos am y yo aún charlaba con mi mejor amiga... 'no es amor' alegué todo el tiempo a pesar de que ella lo discutió siempre aferrándose a una razón nueva o a detalle alguno que lograra recordar. Debo aceptar cuánto admiro su perspicacia, su nivel de insistencia y el grado de razón que puede llegar a tener, además de que sabe aceptar cada uno de mis argumentos, sin importar demasiado que sean ridículos o mal fundamentados y me corrige de la manera más amable en ellos... por eso la amo tanto.

Después de horas de debatir sobre lo mismo, concluí que seguíamos sin encontrar la respuesta, que yo seguía opinando que no y ella que sí... pero que si algún día se me ocurría decidir q siempre sí era tal, no tendría caso alguno... al fin, no ganaría ni perdería nada... lo supe, se lo dije y cuando preguntó el porqué, le expliqué mi predicción:

Si lo es, simplemente esperaré a q pase... y ya... talvez, en unos 4 años, habiéndolo olvidado, me pare frente a él como su amiga inseparable, 'la mejor amiga que el mundo le pudo dar', y le diga... 'hace tres años te amaba... q ridículo, no?'... tomará mi mano de esa manera protectora y resignada, nos lanzaremos miradas serias que al final cederán a la del otro, reiremos inevitablemente e iremos a festejar q todo terminó. Irá mi mejor amigo de siempre, él, yo... y su novia nos alcanzará allá más tarde... talvez él lo piense unos minutos y después diga, mirando hacia la nada, pero aún hablando conmigo... 'yo te quería... pero no quise arruinarlo'... entonces me mirará a los ojos, sonreiré, reiremos aún más fuerte, nos miraremos con sarcasmo... y esa noche, llegando a casa, recostada en mi cama, con la luz apagada y abrazando la almohada... talvez lo lamente... derrame unas cuantas lágrimas... y, minutos después... siga riendo...

Ella sólo dijo: 'qué final tan triste'... y entonces... cambiamos de tema... otra vez.

1 comentario:

  1. No hay nada que pueda decir sin quedarme corta al lado de esto...

    Sin embargo lo haré...

    El peor enemigo del hombre no es otro hombre, es uno mismo... el miedo...

    ¿Tienes enemigos?

    ¡Excelso!

    ResponderEliminar

Sing for me...

Who can name the face?

Who can name the face?
Sólo pretendía ser amada... Quizá comprendió demasiado tarde la paradoja de que con aquella máscara sólo impedía lo que tanto anhelaba...